septiembre 2013

3:48 p.m.


Buenos Aires (AICA): El sábado 5 de octubre se desarrollará la peregrinación juvenil a Luján, que propone a los fieles meditar el lema “Madre, cuidá la fe de tu pueblo que camina”. Más de 5.000 voluntarios de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular están comprometidos en revalorizar el espíritu peregrino que vivencian los fieles en su camino hacia la Virgen. Se volverá a ofrecer la posibilidad de bautizar a todos los peregrinos que se encuentran en un camino de preparación para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana o que lo estén por iniciar.

El sábado 5 de octubre se desarrollará la trigésimo-novena peregrinación juvenil a Luján, que en el marco del Año universal de la Fe, propone a los fieles meditar el lema “Madre, cuidá la fe de tu pueblo que camina”.

Como referente de los peregrinos, la imagen cabecera de Nuestra Señora de Luján partirá el sábado a las 12 desde la avenida Rivadavia y General Paz, en el porteño barrio de Liniers, y arribará a la basílica el domingo 6 de octubre, minutos antes de las 7, donde será colocada en el altar para presidir de la misa que se celebrará en la Plaza Belgrano, frente al santuario nacional.


Misión bautismal. En el Año de la Fe, y por tercer año consecutivo, se volverá a ofrecer la posibilidad de bautizar a todos los peregrinos que se encuentran en un camino de preparación para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana o que lo estén por iniciar.


“La peregrinación a pie al santuario de la Madre de Luján es en sí misma un lugar predilecto de encuentro personal entre Jesús, María y el Pueblo de Dios que peregrina en la historia”, señalaron desde la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular. “Cada peregrinación, expresión privilegiada de la piedad y mística popular, es una experiencia de fe teologal fundante en donde Jesús Peregrino camina junto a su pueblo y quiere regalarse”, agregaron.


Aquellos que se encuentren en este camino de fe o estén por comenzarlo y quieran recibir el bautismo, podrán anotarse en el santuario de San Cayetano de Liniers, o en sus parroquias o santuarios de origen. La celebración del bautismo se llevará a cabo junto al Puesto del Seminario, en el cruce de la ex Ruta N˚7 y la autovía N˚6. Además, se ofrecerán a los recién bautizados encuentros catequísticos que apuntan a fortalecer la fe y a continuar el camino iniciado hacia los demás sacramentos de iniciación.


Servidores de los peregrinos. Los más de 5.000 voluntarios de la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular están comprometidos en revalorizar el espíritu peregrino que vivencian los fieles en su camino hacia la Virgen de Luján. Durante meses, organizan la asistencia en puestos sanitarios y de apoyo, donde los peregrinos encuentran el cuidado que necesitan durante su andar.


A lo largo de la ruta se colocarán 60 puestos, donde profesionales de la salud asistirán gratuitamente y cientos de voluntarios ofrecerán alimentos e infusiones que los ayuden a seguir caminando. Asimismo, la Comisión de Piedad Popular solicitó, a través de las autoridades provinciales, que en el tramo que va desde Liniers a Merlo se instalen referencias sanitarias en las proximidades de las estaciones del ferrocarril Sarmiento, con la presencia de profesionales de la salud y ambulancias, entre otros requerimientos. De Merlo a Luján se ubicarán los puestos sanitarios cada 500 metros. Allí, los peregrinos podrán solicitar asistencia médica en caso que lo necesite.+



11:05 a.m.


Ciudad del Vaticano (AICA): El Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales explica en una nota, publicada hoy, el significado y el contexto del tema central de la 48ª Jornada de las Comunicaciones Sociales que se celebra todos los años el 1º de junio. Este año, el tema elegido por el Santo Padre es “La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro”. “El ser humano -dice el texto- se expresa sobre todo mediante la capacidad de comunicar. En la comunicación y a través de ella podemos, de hecho, encontrar otras personas, nos expresamos a nosotros mismos, nuestro pensamiento, aquello en lo que creemos, cómo querríamos vivir y, quizá lo más importante, aprendemos a conocer a las personas con las que estamos llamados a vivir. Una comunicación semejante requiere honestidad, respeto recíproco y esfuerzo por aprender los unos de los otros; exige la capacidad de saber dialogar respetuosamente con las verdades de los otros”.

El Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales explica en una nota, publicada hoy, el significado y el contexto del tema central de la 48ª Jornada de las Comunicaciones Sociales que se celebra todos los años el 1º de junio. Este año, el tema elegido por el Santo Padre es “La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro”.

“El ser humano -dice el texto- se expresa sobre todo mediante la capacidad de comunicar. En la comunicación y a través de ella podemos, de hecho, encontrar otras personas, nos expresamos a nosotros mismos, nuestro pensamiento, aquello en lo que creemos, cómo querríamos vivir y, quizá lo más importante, aprendemos a conocer a las personas con las que estamos llamados a vivir. Una comunicación semejante requiere honestidad, respeto recíproco y esfuerzo por aprender los unos de los otros; exige la capacidad de saber dialogar respetuosamente con las verdades de los otros. Efectivamente, a menudo lo que inicialmente parecía “diversidad” revela la riqueza de nuestra humanidad, y en el descubrimiento del otro encontramos también la verdad de nuestro ser.


En nuestra época se está desarrollando una nueva cultura, favorecida por la tecnología, y la comunicación es en un cierto sentido “amplificada” y “continua”. Por tanto, estamos llamados a “hacer descubrir, también a través de los medios de comunicación social, además de en el encuentro personal, la belleza de todo lo que constituye el fundamento de nuestro camino y de nuestra vida, la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo” (Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, 21 de septiembre de 2013).


En este contexto, cada uno de nosotros debería aceptar el desafío de ser auténtico, testimoniando los valores en los que cree, su identidad cristiana, su vivencia cultural, expresados mediante un lenguaje nuevo para llegar a compartirlos.


La capacidad de compartir, reflejo de nuestra participación en el Amor trinitario creativo, comunicativo y unificante, es un don que nos permite crecer en las relaciones personales, que son una bendición en nuestra vida, así como encontrar en el diálogo una respuesta a esas divisiones que crean tensiones dentro de las comunidades y entre las naciones.


La era de la globalización impone con fuerza que la comunicación pueda llegar hasta los más remotos lugares del mundo real, pero también “a los ambientes creados por las nuevas tecnologías, a las redes sociales, para hacer visible una presencia … que escucha, dialoga, anima” (Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, 21 de septiembre de 2013), de forma que nadie quede excluido.


El Mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales 2014 invita a explorar el potencial de la comunicación en un mundo siempre conectado y en red, con el fin de que las personas estén cada vez más cercanas y se construya un mundo más justo.


La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, única jornada mundial establecida por el Concilio Vaticano II (Inter Mirifica, 1963), se celebra en muchos países, por recomendación de los obispos del mundo, el domingo anterior a la fiesta de Pentecostés (el 1 de junio en el 2014).


El Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se publica tradicionalmente con ocasión de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas (24 de enero)”.+



11:05 a.m.


Ciudad de Vaticano (AICA): El papa Francisco institucionalizó e hizo permanente –mediante un quirógrafo- del Consejo de Cardenales que lo ayudarán en el gobierno pastoral de la Iglesia universal y estudiarán un proyecto de revisión de la constitución apostólica “Pastor bonus” sobre la Curia Romana. “Dicho Consejo, que respecto al número de miembros, me reservo de configurar de la forma más adecuada, será una expresión más de la comunión episcopal y del auxilio al munus petrinum que el Episcopado esparcido por el mundo puede ofrecer”, subraya el pontífice. Mañana, 1º de octubre, tendrá lugar la primera de las tres reuniones del Papa con el Consejo de Cardenales.

El papa Francisco institucionalizó e hizo permanente –mediante un quirógrafo- del Consejo de Cardenales que lo ayudarán en el gobierno pastoral de la Iglesia universal y estudiarán un proyecto de revisión de la constitución apostólica “Pastor bonus” sobre la Curia Romana.

Texto del escrito

“Entre las sugerencias de las congregaciones generales de cardenales que precedieron el Cónclave, figuraba la de la conveniencia de instituir un restringido grupo de miembros del Episcopado, procedentes de las diversas partes del mundo, que el Santo Padre pudiera consultar, singularmente o de forma colectiva, sobre cuestiones particulares. Una vez elegido a la Sede romana, he tenido la ocasión de reflexionar varias veces sobre esta cuestión, pensando que tal iniciativa representaría una notable ayuda para cumplir el ministerio pastoral de Sucesor de Pedro que los hermanos cardenales me confiaron.


“Por esa razón, el pasado 13 de abril, anuncié la constitución del mencionado grupo, indicando, al mismo tiempo, los nombres de los que habían sido llamados a formar parte. Ahora, tras una madura reflexión, creo oportuno que dicho grupo, mediante el presente quirógrafo sea instituido como un “Consejo de Cardenales”, con la tarea de ayudarme en el gobierno de la Iglesia universal y de estudiar un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor bonus sobre la Curia Romana. El Consejo estará formado por las personas indicadas anteriormente, las cuales podrán ser interpeladas, sea como Consejo o en forma individual, sobre las cuestiones que considere, de vez en cuando, dignas de atención. Dicho Consejo, que respecto al número de miembros, me reservo de configurar de la forma más adecuada, será una expresión más de la comunión episcopal y del auxilio al munus petrinum que el Episcopado esparcido por el mundo puede ofrecer”.


El quirógrafo está fechado el 28 de septiembre del año 2013, primer año del pontificado de Francisco.


El Papa se reúne desde mañana con sus consejeros

Mañana, 1º de octubre, tendrá lugar la primera de las tres reuniones del Papa Francisco con el Consejo de Cardenales, instituido con el Quirógrafo del 28 de septiembre.


El consejo está compuesto por los cardenales: Giuseppe Bertello, Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile (Chile), Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India), Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Freising (Alemania), Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo),Sean Patrick O'Malley, O.F.M. Cap., arzobispo de Boston (EE.UU) George Pell, arzobispo de Sydney (Australia). Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, S.D.B., arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), con funciones de coordinador y el obispo Marcello Semeraro de Albano (Italia) con funciones de secretario.


Durante tres días el Consejo se reunirá en la biblioteca privada de la III loggia, es decir en el apartamento papal y las sesiones de trabajo serán matutinas y vespertinas. El Santo Padre participará en ellas, excepto el miércoles por la mañana cuando tiene lugar la audiencia general, explicó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ, y aclaró que las conversaciones serán privadas, es decir, no se prevé ninguna comunicación una vez terminadas. También puntualizó que, como se lee en el quirógrafo publicado hoy, el Papa se reserva la facultad de configurar el Consejo de la forma más adecuada, pudiendo aumentar el número de miembros.


Asimismo observó que todos los miembros del Consejo, excepto el secretario y el cardenal Bertello (que representa a la Curia) son arzobispos de grandes diócesis y por lo tanto con amplia experiencia pastoral. “La institución del Consejo de Cardenales - ha dicho- es un enriquecimiento ulterior que brinda el Papa al gobierno de la Iglesia” y recordó que Francisco en su pontificado recurre con frecuencia a las consultas, como en el caso de la reunión con los jefes de dicasterio, y muestra de ello es también su interés por la renovación del método de trabajo del Sínodo.


El Consejo no está en relación con otras instituciones de la Iglesia y no es un elemento de arquitectura de la misma, sino un órgano consultivo del Papa, ha proseguido Lombardi, explicando que desde el anuncio, en abril, de la institución de un grupo de ocho cardenales para ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia, los componentes han recogido sugerencias y propuestas en sus áreas de competencia respectivas. También, en preparación de la reunión de octubre, llegaron al Papa contribuciones de otro tipo, se solicitó el parecer de los jefes de dicasterio y se ha consultado a la Secretaría de Estado y al colegio cardenalicio. “El Consejo –dijo- tiene ya ochenta documentos que han circulado entre ellos y el secretario, el obispo Semeraro, ha preparado una amplia síntesis. Igualmente, a lo largo de estos meses, han hablado también unos con otros y en algunas ocasiones, con el Santo Padre”.+



10:34 a.m.


Buenos Aires (AICA): Más de 85 delegados diocesanos de comunicación y oficinas de prensa, provenientes de unas 40 diócesis del país, participaron del II Seminario de Formación para Delegados diocesanos de Comunicación Social, que con el lema “Ser comunicadores para la comunión” se realizó en la casa de retiros El Cenáculo - La Montonera, de Pilar. Monseñor Agustín Radrizzani SDB, arzobispo de Mercedes-Luján y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, reflexionó sobre los desafíos y compromisos de la Pastoral de las Comunicaciones en la Iglesia en Argentina hoy. El prelado insistió en la importancia de “caminar juntos, fomentando una mesa común, y haciendo y siendo la casa común”.

Más de 85 delegados diocesanos de comunicación y oficinas de prensa, provenientes de unas 40 diócesis del país, participaron del II Seminario de Formación para Delegados diocesanos de Comunicación Social, que se realizó en la casa de retiros El Cenáculo - La Montonera, de Pilar.

Presencia del Nuncio

El encuentro se inició el viernes con las palabras de bienvenida del presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Agustín Radrizzani SDB, arzobispo de Mercedes-Luján, luego de lo cual, los participantes de las ocho regiones pastorales del país realizaron, con la coordinación del secretario ejecutivo de la comisión, presbítero Jorge Oesterheld, un intercambio pastoral y compartieron sus expectativas para el Encuentro.


Tras un breve intermedio, se dio la bienvenida al nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, invitado para compartir el espacio de la tarde con los comunicadores.


El presbítero Oscar Santiago Rigoni, de la diócesis de Concordia y delegado de la Región Pastoral del Litoral, hizo una presentación del camino recorrido durante los últimos años por la Comisión Episcopal y el equipo de delegados regionales.


Luego, Cyntia Romero, delegada de la Región Pastoral del Nordeste Argentino (NEA), y Jimena Ciuró, delegada de la Región Platense, presentaron una síntesis del relevamiento de los actuales medios de comunicación de la Iglesia en la Argentina.


Terminadas estas presentaciones, el nuncio apostólico dirigió unas palabras a los delegados presentes, en las que destacó “lo importante que es comunicar la Buena Noticia, no solo ad intra, sino también hacia afuera de la Iglesia”, y afirmó que “un comunicador católico no es solo un discípulo-misionero, sino un promotor de la comunión en el interior de la misma Iglesia, llamado a ser constructor de Iglesia, de comunión.”


Al término de las palabras del Nuncio, los delegados diocesanos presentaron al representante pontificio sus inquietudes en el campo de las comunicaciones sociales.


La jornada concluyó con la Eucaristía, presidida por monseñor Radrizzani y concelebrada por los demás miembros de la Comisión Episcopal de Comunicación Social: monseñor Ramón Dus, arzobispo de Resistencia; monseñor Alfonso Delgado, arzobispo de San Juan de Cuyo, y monseñor Eduardo García, obispo auxiliar de Buenos Aires, y una decena de sacerdotes.


Los desafíos de la elección pontificia y cómo generar una cultura del encuentro

El sábado por la mañana se reflexionó sobre el contenido de la Pastoral de la Comunicación y sobre los desafíos que nos plantea la elección del Papa Francisco. Sobre este tema, se proyectó un video-mensaje, grabado por la doctora Susana Nuin, secretaria ejecutiva del Departamento de Comunicación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), quien motivó a los delegados a “generar una cultura del encuentro, dialogando con todos, y haciendo de la Iglesia una casa para todos.”


En un segundo momento, el presbítero Jorge Oesterheld, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Comunicación, compartió con los delegados diocesanos el camino realizado por la Comisión durante los últimos 5 años, destacando que “hemos aprendido una forma de trabajar, retomando el camino que se venía haciendo”.


Por la tarde, Carlos Correa y Daniel Cabaña, miembros del comité RIIAL (Red Informática de la Iglesia en América Latina) expusieron sobre la pastoral de las comunicaciones y la utilización de las nuevas tecnologías. En su presentación, destacaron la importancia del uso de las nuevas tecnologías al servicio de la evangelización y de la Misión Continental.


Luego de la pausa, el presbítero Oesterheld y Virginia Bonard, de Prensa de la Vicaría de Pastoral del arzobispado de Buenos Aires, realizaron un trabajo de taller sobre el trabajo de las Oficinas de Prensa Diocesanas, con la participación de todos los delegados diocesanos.


La jornada concluyó con la Eucaristía, presidida por monseñor Ramón Dus, arzobispo de Resistencia y miembro de la Comisión Episcopal de Comunicación Social.


Desafíos y compromisos para cada región

Durante el domingo, luego de la oración inicial, los delegados trabajaron por Regiones Pastorales, estableciendo nuevos desafíos y compromisos para cada región.


Daniel Cabaña, director del Centro RIIAL Guadalupe, tomando lo dialogado con los delegados regionales, y respondiendo a los nuevos desafíos que se presentan en cada región, propuso pensar un nuevo espacio virtual, para un nuevo tiempo de Misión. Retomando un aporte de la doctora Susana Nuin, secretaria ejecutiva del Departamento de Comunicación del CELAM, Cabaña proponía: “tanto en lo presencial como en lo virtual, ¿nos animamos a construir y habitar la casa común?”


En tanto, monseñor Radrizzani reflexionó sobre los desafíos y compromisos de la Pastoral de las Comunicaciones en la Iglesia en la Argentina hoy.


El prelado insistió en la importancia de “caminar juntos, fomentando una mesa común, y haciendo y siendo la casa común”.


El Seminario finalizó con la celebración de la Eucaristía, presidida por monseñor Alfonso Delgado, arzobispo de San Juan de Cuyo y miembro de la Comisión Episcopal de Comunicación Social.


Informes: http://www.decos.org.ar/ .+



10:04 a.m.

Mons. Mollaghan a los seminaristas: Prepárense con la oración, el amor y la devoción a la Eucaristía




Buenos Aires (AICA): El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, presidió en la catedral local la celebración eucarística de admisión de los candidatos a las Órdenes Sagradas. Se trata de cinco jóvenes seminaristas del Seminario arquidiocesano San Carlos Borromeo, procedentes de diversos pueblos y ciudades del territorio arquidiocesano: Aníbal Augusto Atorresi, de Oliveros; Guillermo Germán De Rico, de la ciudad de Rosario; Jorge Luis Lombardi, de Casilda; Alejandro Gabriel Martínez, de Armstrong y Pablo Eloy Valdez, de Casilda. En la homilía, monseñor Mollaghan exhortó a seminaristas a que “no se dejen tentar nunca por el mal ejemplo del rico epulón, que solo quiere acumular dinero, asegurarse y ser feliz; prepárense en cambio con la oración, el amor y la devoción a la eucaristía, para hacer crecer los talentos que Dios les dio y hacer el bien, llevar a Dios y amar a los necesitados, estar cerca del enfermo y del que sufre, en el fondo tener los mismos sentimientos de Cristo”.

El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, presidió en la catedral local la celebración eucarística de admisión de los candidatos a las Órdenes Sagradas.

Se trata de cinco jóvenes seminaristas del Seminario arquidiocesano San Carlos Borromeo, procedentes de diversos pueblos y ciudades del territorio arquidiocesano: Aníbal Augusto Atorresi, de Oliveros; Guillermo Germán De Rico, de la ciudad de Rosario; Jorge Luis Lombardi, de Casilda; Alejandro Gabriel Martínez, de Armstrong, y Pablo Eloy Valdez, de Casilda.


La misa fue concelebrada por el rector y los formadores de esa casa de formación sacerdotal, y por los párrocos de origen y de apostolado de los candidatos a las Órdenes, y participaron, además del Seminario mayor y menor arquidiocesano, los padres, familiares y amigos de los seminaristas y un gran número de fieles.


En la procesión del ofertorio, los integrantes de la Obra arquidiocesna de las Vocaciones sacerdotales que participaron en la misa, acercaron una ofrenda para las obras de dicho Seminario, que pusieron en manos del rector, presbítero Gustavo Rodríguez.


Al concluir la celebración, los seminaristas y formadores hicieron una consagración a la Virgen ante la venerada imagen de Nuestra Señora del Rosario, que durante los días de la preparación a su fiesta, está colocada para la devoción de los fieles en el presbiterio de la catedral, y el arzobispo pidió especialmente a la Madre de Dios por las vocaciones sacerdotales y religiosas.


En el mismo templo mariano, serán ordenados el próximo 2 de octubre, fiesta de los Ángeles Custodios, tres diáconos para la arquidiócesis de Rosario: Martín Horacio Bello, Gonzalo Carbone y Pablo Gabriel Birro.


En la homilía, monseñor Mollaghan exhortó a los candidatos a las Órdenes sagradas que “no se dejen tentar nunca por el mal ejemplo del rico epulón, que solo quiere acumular dinero, asegurarse y ser feliz; prepárense en cambio con la oración, el amor y la devoción a la eucaristía, para hacer crecer los talentos que Dios les dio y hacer el bien, llevar a Dios y amar a los necesitados, estar cerca del enfermo y del que sufre, en el fondo tener los mismos sentimientos de Cristo”.


El prelado recordó que por eso el papa Francisco les dijo a los jóvenes argentinos en la Jornada Mundial de la Juventud, que “esta civilización mundial se pasó de rosca, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos… Exclusión de los ancianos; pero también exclusión de los jóvenes…”.


“La verdadera alegría no viene del tener, sino del encuentro de las relaciones con los otros, del sentirse amados y comprendidos. Porque la alegría nace de la gratuidad de un encuentro. La alegría “del encuentro con Jesús” y de “sentirse amados por Dios”, agregó.


Monseñor Mollaghan también les pidió que “imiten a la Virgen María, a quien veneramos en esta preparación a sus fiestas patronales para ser discípulos, y verdaderos servidores de Jesucristo; y que ella nos conceda a todos su protección y ternura".+



9:19 a.m.


San Carlos de Bariloche (Río Negro) (AICA): Monseñor Juan José Chaparro Stivanello CMF recibió este sábado 28 de septiembre la ordenación episcopal e inició su gobierno pastoral como tercer obispo de San Carlos de Bariloche. En su primera prédica pública como pastor, llamó a los fieles a ¨construir fraternidad, acercamiento y solidaridad con los pobres¨. El papa Francisco le envió un mensaje en el que lo instó a continuar con su prédica sencilla y a no enfermar de “episcopalitis”.

En una solemne celebración eucarística en la catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi, monseñor Juan José Chaparro Stivanello CMF recibió este sábado 28 de septiembre la ordenación episcopal e inició su gobierno pastoral como tercer obispo de San Carlos de Bariloche. En su primer mensaje público como pastor, llamó a los fieles a "construir fraternidad, acercamiento y solidaridad con los pobres".

La celebración eucarística fue presidida en su inicio por el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; tras el rito de la Palabra, su predecesor, monseñor Fernando Carlos Maletti –trasladado a Merlo-Moreno-, tuvo a su cargo la homilía, en la que dedicó palabras al nuevo obispo. Le indicó que le espera una diócesis "con una pluralidad inmensa de culturas", y aseguró que existen también en Bariloche y la zona rural más cercana "muchos hermanos y familias necesitados en todo sentido". "Acuérdate siempre del buen pastor, que conoce a sus ovejas y que no dudó en dar la vida por su rebaño", le aconsejó.


Luego de escuchar estas palabras, el último obispo de Bariloche impuso las manos sobre el nuevo prelado para consagrarlo como pastor de esta grey, conformada por más de 170.000 fieles y extendida en una superficie superior a los 77.000 kilómetros cuadrados. Actuaron como coconsagrantes monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús y primer obispo (1993-2000) de San Carlos de Bariloche, y monseñor Guillermo José Garlatti, arzobispo de Bahía Blanca. Tras ellos, los demás obispos presentes impusieron sus manos sobre la cabeza del nuevo obispo.


Tras la unción, el recibimiento del anillo y la entrega del báculo episcopal, a cargo del arzobispo metropolitano de Bahía Blanca, monseñor Chaparro escuchó el saludo del papa Francisco, quien recordó que se trató de la primera vez que el obispo barilochense era consagrado en la sede episcopal. Valoró este gesto, y agregó: "Es una gracia muy particular; ya desde el primer momento tiene lugar ese diálogo continuo y cotidiano entre el pueblo y su pastor".


También le dijo: "A vos, Juanjo, Dios te dio la gracia de hablar sencillo, con esa cadencia mestiza de gringo y criollo. Conservá esa gracia y no te vayas a enfermar de episcopalitis". También agregó que al tomar posesión, reconoce que hay una historia diocesana, de la cual el obispo es "un eslabón al servicio".


A su turno, el flamante obispo agradeció la numerosa y variada presencia, y destacó que la Iglesia vive un tiempo de "invitación a salir de nuestras modorras", "sacudirse las rutinas" y "cambiar aquello que impide la transparencia del mensaje de Jesús", ya sea de manera individual o en las comunidades. "Todos estamos llamados a la conversión", expresó para insistir en el cambio de actitudes, estilos y conductas.


Monseñor Chaparro llamó a proclamar la misericordia de Dios presente gracias a Jesús. Y dejó un mensaje: centrar la fe en la contemplación de la historia de Jesús, para ver "el rostro de la misericordia".


"De eso somos testigos y eso es lo que estamos llamados a vivir, saliendo de nuestros egoísmos, construyendo fraternidad, acercamiento y solidaridad con los pobres de este mundo, los olvidados, los que están solos, los que sufren…y para esto, unirnos a quienes buscan caminos de convivencia, justicia y vida plena para la humanidad", concluyó el prelado.


Monseñor Juan José Chaparro, entrerriano de 60 años, es miembro de la congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Claretianos), y recibió la ordenación sacerdotal el 12 de abril de 1980. Es licenciado en Teología Dogmática en la Universidad Gregoriana de Roma en 1983. El lema episcopal elegido por el nuevo obispo es “Su misericordia llega a sus fieles”.


Horas más tarde, el prelado dejó un mensaje para sus amigos en la red social Facebook: “Mi saludo y agradecimiento a quienes me acompañaron en esta hermosa celebración de Iglesia. Estuvo hermosa, muy bien preparada, y mejor llevada a cabo...GRACIAS (sic)”.









Decenas de fieles del NEA, del Paraguay, Uruguay y Chile llegaron hasta la ciudad para acompañar la consagración episcopal y la toma de posesión. También participaron pastores y referentes de otros credos, la intendenta María Eugenia Martini, concejales y autoridades de la ciudad que se mezclaron con la multitud que llenó la catedral.+

6:02 a.m.


Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco, hondamente preocupado por las dramáticas consecuencias del paso de los fenómenos ¨Ingrid¨ y ¨Manuel¨, además de dirigir un mensaje de consuelo y solidaridad a México, envió 100 mil dólares a través del Pontificio Consejo Cor Unum para ayudar a los damnificados. Según informó la Conferencia Episcopal Mexicana la ayuda del Santo Padre será distribuida por medio de las diócesis de las zonas afectadas.

El papa Francisco, hondamente preocupado por las dramáticas consecuencias del paso de los fenómenos "Ingrid" y "Manuel", además de dirigir un mensaje de consuelo y solidaridad a México, envió 100 mil dólares a través del Pontificio Consejo Cor Unum para ayudar a los damnificados. Según informó la Conferencia Episcopal Mexicana la ayuda del Santo Padre será distribuida por medio de las diócesis de las zonas afectadas.

De esta manera, el Pontífice se suma a los esfuerzos de la Iglesia Católica en México, que desde el comienzo de la desgracia estuvo cerca de quienes han perdido a sus seres queridos y se quedaron sin hogar y sin patrimonio.


Obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, seminaristas, fieles laicos y hombres y mujeres de buena voluntad están trabajando, a través de catedrales, parroquias y seminarios, sin descanso de manera generosa y organizadamente ante la emergencia.




Telegrama del Papa


Al cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano:


Su Santidad el papa Francisco, hondamente apenado al conocer las dramáticas consecuencias del huracán "Ingrid" y de la tormenta tropical "Manuel" a su paso por esa amada nación, ocasionando víctimas, heridos y numerosos daños materiales, y dejando sin hogar a muchas familias, ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, al mismo tiempo que pide a Dios su consuelo a quienes sufren estas graves desgracias e incremente en todas las personas de buena voluntad sentimientos de fraterna solidaridad para colaborar decididamente en la reconstrucción de las zonas afectadas y ayudar de modo efectivo a cuantos están sumidos en el dolor y la desesperación.


El santo padre, además, desea transmitir su sentido pésame a los familiares de los difuntos y su paterna solicitud y cercanía espiritual a los heridos y damnificados y, a la vez que los confía a las maternas manos de Nuestra Señora de Guadalupe, les imparte de corazón la confortadora bendición apostólica, como signo de afecto al querido pueblo mexicano, tan presente en su corazón de pastor de la iglesia universal en tan lamentables circunstancias.


Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de Su Santidad.+



11:19 a.m.
El santo padre Francisco presidió esta mañana en la plaza de san Pedro, ante decenas de miles de fieles y peregrinos, la Misa en ocasión de la Jornada de los catequistas, que llegaron en peregrinación a la Tumba de Pedro para el Año de la Fe. Una oportunidad también para recordar el 20º aniversario de la publicación del catecismo de la Iglesia Católica. El Papa, en una vibrante homilía, habló directamente a los catequistas, advirtiéndoles del riesgo de “apoltronarse en la comodidad” y en “la mundanidad” de la vida.

Esto sucede “cuando perdemos la memoria de Dios”. Y el catequista es el que “custodia y alimenta la memoria de Dios, como la Virgen María que, ante la obra maravillosa de Dios en su vida, no piensa en el honor, el prestigio, la riqueza, no se cierra en sí misma”. Y así es para todo cristiano, ha afirmado el Santo Padre: “la fe contiene precisamente la memoria de la historia de Dios con nosotros, la memoria del encuentro con Dios, que crea y salva, que nos transforma” y el catequista es precisamente “un cristiano que pone esta memoria al servicio del anuncio; no para exhibirse, no para hablar de sí mismo, sino para hablar de Dios, de su amor y su fidelidad”.


Texto de la homilía del Santo Padre

1. “¡Ay de los que se fían de Sión,... acostados en lechos de marfil!” (Am 6,1.4); comen, beben, cantan, se divierten y no se preocupan por los problemas de los demás.


Son duras estas palabras del profeta Amós, pero nos advierten de un peligro que todos corremos. ¿Qué es lo que denuncia este mensajero de Dios, lo que pone ante los ojos de sus contemporáneos y también ante los nuestros hoy? El riesgo de apoltronarse, de la comodidad, de la mundanidad en la vida y en el corazón, de concentrarnos en nuestro bienestar. Es la misma experiencia del rico del Evangelio, vestido con ropas lujosas y banqueteando cada día en abundancia; esto era importante para él. ¿Y el pobre que estaba a su puerta y no tenía para comer? No era asunto suyo, no tenía que ver con él. Si las cosas, el dinero, lo mundano se convierten en el centro de la vida, nos aferran, se apoderan de nosotros, perdemos nuestra propia identidad como hombres: miren bien, el rico del Evangelio no tiene nombre, es simplemente “un rico”. Las cosas, lo que posee, son su rostro, no tiene otro.


Pero intentemos preguntarnos: ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo es posible que los hombres, tal vez también nosotros, caigamos en el peligro de encerrarnos, de poner nuestra seguridad en las cosas, que al final nos roban el rostro, nuestro rostro humano? Esto sucede cuando perdemos la memoria de Dios. "Ay de los que se fían de Sión", decía el profeta. Si falta la memoria de Dios, todo queda comprimido en el yo, en mi bienestar. La vida, el mundo, los demás, pierden consistencia, ya no cuentan nada, todo se reduce a una sola dimensión: el tener. Si perdemos la memoria de Dios, también nosotros perdemos la consistencia, también nosotros nos vaciamos, perdemos nuestro rostro como el rico del Evangelio. Quien corre en pos de la nada, él mismo se convierte en nada, dice otro gran profeta, Jeremías (Cf. Jr 2,5). Estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, no a imagen y semejanza de de las cosas, de los ídolos.


2. Entonces, mirándoles a ustedes, me pregunto: ¿Quién es el catequista? Es el que custodia y alimenta la memoria de Dios; la custodia en sí mismo y sabe despertarla en los demás. Qué bello es esto: hacer memoria de Dios, como la Virgen María que, ante la obra maravillosa de Dios en su vida, no piensa en el honor, el prestigio, la riqueza, no se cierra en sí misma. Por el contrario, tras recibir el anuncio del Ángel y haber concebido al Hijo de Dios, ¿qué es lo que hace? Se pone en camino, va donde su anciana pariente Isabel, también ella encinta, para ayudarla; y al encontrarse con ella, su primer gesto es hacer memoria del obrar de Dios, de la fidelidad de Dios en su vida, en la historia de su pueblo, en nuestra historia: “Proclama mi alma la grandeza del Señor... porque ha mirado la humillación de su esclava... su misericordia llega a sus fieles de generación en generación” (Cf. Lc 1,46.48.50). María tiene memoria de Dios.


En este cántico de María está también la memoria de su historia personal, la historia de Dios con ella, su propia experiencia de fe. Y así es para cada uno de nosotros, para todo cristiano: la fe contiene precisamente la memoria de la historia de Dios con nosotros, la memoria del encuentro con Dios, que es el primero en moverse, que crea y salva, que nos transforma; la fe es memoria de su Palabra que inflama el corazón, de sus obras de salvación con las que nos da la vida, nos purifica, nos cura, nos alimenta. El catequista es precisamente un cristiano que pone esta memoria al servicio del anuncio; no para exhibirse, no para hablar de sí mismo, sino para hablar de Dios, de su amor y su fidelidad. Hablar y transmitir todo aquello que Dios ha revelado. La doctrina en su totalidad. Sin quitar ni agregar.


San Pablo recomienda a su discípulo y colaborador Timoteo sobre todo una cosa: Acuérdate, acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, a quien anuncio y por el que sufro (Cf. 2 Tm 2,8-9). Pero el Apóstol puede decir esto porque él es el primero en acordarse de Cristo, que lo llamó cuando era un perseguidor de los cristianos, lo conquistó y transformó con su gracia.


El catequista, pues, es un cristiano que lleva consigo la memoria de Dios, se deja guiar por la memoria de Dios en toda su vida, y la sabe despertar en el corazón de los otros. Esto requiere esfuerzo. Compromete toda la vida. El mismo Catecismo, ¿qué es sino memoria de Dios, memoria de su actuar en la historia, de su haberse hecho cercano a nosotros en Cristo, presente en su Palabra, en los sacramentos, en su Iglesia, en su amor? Queridos catequistas, les pregunto: ¿Somos nosotros memoria de Dios? ¿Somos verdaderamente como centinelas que despiertan en los demás la memoria de Dios, que inflama el corazón?


3. “¡Ay de los que se fían de Sión!”, dice el profeta. ¿Qué camino se ha de seguir para no ser “superficiales”, como los que ponen su confianza en sí mismos y en las cosas, sino hombres y mujeres de la memoria de Dios? En la segunda Lectura, san Pablo, dirigiéndose de nuevo a Timoteo, da algunas indicaciones que pueden marcar también el camino del catequista, nuestro camino: Tender a la justicia, a la piedad, a la fe, a la caridad, a la paciencia, a la mansedumbre (Cf. 1 Tm 6,11).


El catequista es un hombre de la memoria de Dios si tiene una relación constante y vital con él y con el prójimo; si es hombre de fe, que se fía verdaderamente de Dios y pone en él su seguridad; si es hombre de caridad, de amor, que ve a todos como hermanos; si es hombre de “hypomoné”, de paciencia y de perseverancia, que sabe hacer frente a las dificultades, las pruebas y los fracasos, con serenidad y esperanza en el Señor; si es hombre amable, capaz de comprensión y misericordia.


Pidamos al Señor que todos seamos hombres y mujeres que custodian y alimentan la memoria de Dios en la propia vida y la saben despertar en el corazón de los demás. Amén.+



8:48 a.m.

Mons. Poli convocó a una misa de desagravio por la profanación de la Iglesia de San Ignacio




Buenos Aires (AICA): El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Mario Aurelio Poli, convocó a una misa de desagravio por la profanación de la iglesia de San Ignacio de Loyola, perpetrado el miércoles por un grupo de alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires tras ingresar por los túneles que unen ambos edificios. La celebración eucarística será presidida por el prelado porteño el jueves, a las 19, en el templo y concelebrada por el párroco, presbítero Francisco Baigorria, entre otros sacerdotes porteños. El miércoles, el presbítero Baigorria advirtió que quienes perpetraron el hecho ¨profanaron¨ el altar, al confirmar que los estudiantes orinaron en ese lugar sagrado, entre otros daños materiales.

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Mario Aurelio Poli, convocó a una misa de desagravio por la profanación de la iglesia de San Ignacio de Loyola, perpetrado el miércoles por un grupo de alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires tras ingresar por los túneles que unen ambos edificios.

La celebración eucarística será presidida por el prelado porteño el jueves, a las 19, en el templo y concelebrada por el párroco, presbítero Francisco Baigorria, entre otros sacerdotes porteños.


El miércoles, el presbítero Baigorria advirtió que quienes perpetraron el hecho "profanaron" el altar, al confirmar que los estudiantes orinaron en ese lugar sagrado.


El ataque mereció un amplio repudio de diversos sectores, mientras el rector del Colegio Nacional Buenos Aires, Gustavo Zorzoli ratificó que expulsarán a los responsables de los daños.


El templo parroquial, que data de 1675, amaneció el miércoles con pintadas anarquistas en su frente y con bancos quemados y destrozos en su interior.


Los daños afectaron a un grupo de bancos de madera, sobre los cuales encendieron fuego la silla del celebrante, de madera y paño bordó.


En el suelo podían leerse inscripciones hechas con pintura como "Hipócritas", "Ni Dios ni amo" y "La única iglesia que ilumina es la que arde". El sacristán de la parroquia, de nombre Alberto, vinculó en forma directa los ataques con la toma del colegio.+



5:48 p.m.

Mons. Aguer comentó el reportaje de la Civiltà Cattolica al Papa




La Plata (Buenos Aires) (AICA): El arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, en su columna televisiva semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, por América TV, comentó y reflexionó sobre la reciente entrevista realizada al papa Francisco por la revista jesuita “La Civiltà Cattolica”, en la que el Santo Padre trae al recuerdo momentos relevantes de su ministerio como sacerdote jesuita y hace también una amplia referencia a problemas actuales de la Iglesia. El reportaje, muy amplio, tuvo repercusión en todos los países y fue recogido y comentado por los principales medios de comunicación del mundo. A continuación ofrecemos el comentario y reflexión del arzobispo platense.

El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, en su columna televisiva semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, por América TV, comentó y reflexionó sobre la reciente entrevista realizada al papa Francisco por la revista jesuita “La Civiltà Cattolica”, en la que el Santo Padre trae al recuerdo momentos relevantes de su ministerio como sacerdote jesuita y hace también una amplia referencia a problemas actuales de la Iglesia. El reportaje, muy amplio, tuvo repercusión en todos los países y fue recogido y comentado por los principales medios de comunicación del mundo. A continuación ofrecemos el comentario y reflexión del arzobispo platense.

Comentario de Mons. Héctor Aguer

“El reportaje que el papa Francisco concedió a la famosa revista “La Civiltà Cattolica” tuvo amplia repercusión. Allí el Santo Padre recuerda momentos relevantes de su ministerio como sacerdote jesuita y hace también, obviamente, una amplia referencia a problemas actuales de la Iglesia.


“Mientras leía yo el texto de la entrevista tomé algunas notas pensando en comunicarles a ustedes mis impresiones. Fundamentalmente, la impresión que me dominó como conclusión de este reportaje es el impulso misionero que el Santo Padre quiere imprimir a la Iglesia. Hay, aquí, como una especie de apuesta al futuro promoviendo una presencia eclesial cercana a todos y adecuada a las grandes necesidades de la gente de hoy.


“Es interesante que, en el reportaje, el Papa recuerda sus actividades como sacerdote jesuita. Esos recuerdos me resultan gratísimos, porque hemos compartido en los años ‘80 el trabajo en la diócesis de San Miguel. La evocación me lleva, entonces, a la acción de aquel padre Bergoglio, en los años ‘80, cuando era rector del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en la diócesis de San Miguel. Él promovió la creación de una parroquia precisamente allí en el Máximo y propuso llamarla Patriarca San José. También la creación de capillas: la capilla San Alonso Rodríguez, la capilla de los Beatos Mártires Rioplatenses, que ahora se llama Santos Mártires Rioplatenses. Allí se iniciaban pastoralmente los estudiantes jesuitas.


Esos fueron proyectos de misión barrial; pues bien, ahora el barrio del papa Francisco es el mundo entero y él quiere lanzar a la Iglesia en misión.


“Creo que la conclusión de la entrevista es esta propuesta: la Iglesia tiene que ir incansablemente hacia todos, tiene que procurar llegar a todos, especialmente a los más alejados, para presentarles la salvación de Jesús, para ofrecer a todos la gracia misericordiosa de Dios que perdona, que transforma, que reorienta la existencia. ¡Y cuánto necesita el mundo de hoy creer en la salvación que trae Jesús, creer en el perdón de los pecados, en el amor misericordioso de Dios que inspira el amor fraterno de los cristianos y que impulsa a los cristianos a extenderlo a todos los hombres!


“Esta orientación dice una referencia explícita, me parece a mí, a los orígenes de la Iglesia. Hay algo aquí de profundamente renovador que es al mismo tiempo originario, histórico, tradicional: se refiere a lo esencial de la fe y de la vida cristiana tal como aparece en la predicación de los Apóstoles, que está documentada en los escritos del Nuevo Testamento. Ese es el mensaje que la Iglesia quiere ofrecer al mundo de hoy.


“Esto se me ocurrió comentarlo con ustedes porque hubo explicaciones bastante confusas acerca de esta larga entrevista del Papa; yo creo que la impresión dominante es esa: es el relanzamiento de la Iglesia a la misión y a una misión que tiene que llevarles a los hombres de hoy la salvación de Cristo para colmar sus necesidades, para iluminar su camino, para que el mundo pueda conocer la verdadera paz”.+



1:47 p.m.

Francisco a los gendarmes: Defiendan al Vaticano del veneno de las “habladurías”




Ciudad del Vaticano (AICA): Francisco: Las “habladurías” son una “lengua prohibida” en el Vaticano, porque es una lengua que genera el mal. Lo afirmó el papa Francisco en la homilía de la Misa que celebró en la mañana de hoy, sábado 28 de septiembre, junto al Cuerpo de la Gendarmería Vaticana, en los alrededores de la Gruta de Lourdes de los Jardines Vaticanos. En la roca del Vaticano, el mal tiene un pasaje a través del cual se insinúa para esparcir su veneno: es la “habladuría”, esa que lleva a uno a hablar mal del otro y destruye la unidad. Y del contagio de esta “cizaña” nadie es inmune, les dijo el Santo Padre a los gendarmes vaticanos y les pidió defenderse de ese adversario.

Francisco: Las “habladurías” son una “lengua prohibida” en el Vaticano, porque es una lengua que genera el mal. Lo afirmó el papa Francisco en la homilía de la Misa que celebró en la mañana de hoy, sábado 28 de septiembre, junto al Cuerpo de la Gendarmería Vaticana, en los alrededores de la Gruta de Lourdes de los Jardines Vaticanos.

En la roca del Vaticano, el mal tiene un pasaje a través del cual se insinúa para esparcir su veneno: es la “habladuría”, esa que lleva a uno a hablar mal del otro y destruye la unidad. Y del contagio de esta “cizaña” nadie es inmune, dijo el Santo Padre.


Ante los hombres de la Gendarmería Vaticana, Francisco hizo una reflexión justa pero quizá no descontada sobre el papel del gendarme defensor de la seguridad del Vaticano, para enfocar otro adversario mucho más solapado que la delincuencia común y contra el cual es fundamental emprender la “lucha”.


“Alguno de ustedes podrá decirme: ‘Pero, padre, ¿nosotros qué tenemos que ver aquí con el diablo? Nosotros debemos defender la seguridad de este Estado, de esta ciudad: que no haya ladrones, que no haya delincuentes, que no vengan los enemigos a tomar la ciudad’. También esto es verdad, pero ¿Napoleón no volverá más, eh? Se fue. Y no es fácil que venga un ejército aquí a tomar la ciudad. La guerra hoy, al menos aquí, se hace de otro modo: es la guerra de la oscuridad contra la luz; de la noche contra el día”.


Por esto, prosiguió Francisco, “les pido no sólo que defiendan las puertas, las ventanas del Vaticano” –por otra parte un trabajo necesario e importante– sino que defiendan “como su patrono San Miguel” las puertas del corazón de quien trabaja en el Vaticano, donde la tentación “entra” exactamente como en cualquier otro lugar:


“Pero hay una tentación que al diablo le gusta tanto: aquella contra la unidad, cuando las insidias van precisamente contra la unidad de aquellos que viven y trabajan en el Vaticano. Y el diablo trata de crear la guerra interna, una especie de guerra civil y espiritual, ¿no? Es una guerra que no se hace con las armas que nosotros conocemos: se hace con la lengua”.


Una lengua armada, precisamente, por las “habladurías”, especie de veneno del que el Papa pone constantemente en guardia. Y esto es “lo que les pido a ustedes”, dijo dirigiéndose a los gendarmes, “que nos defiendan mutuamente de las habladurías”:


“Pidamos a San Miguel que nos ayude en esta guerra: jamás hablar mal uno del otro, jamás abrir los oídos a las habladurías. Y si yo oigo que alguien habla, ¡detenerlo! ‘¡Aquí no se puede: vete por la puerta de Santa Ana, ve afuera y habla allá! ¡Aquí no se puede!’ es esto, ¡eh! La buena simiente sí: ¡hablar bien uno del otro sí, pero la cizaña no!”.+



9:48 a.m.


Santa Fe (AICA): El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, aseguró que “cuando se plantea el tema del sacerdocio desde la persona y el ministerio de Jesucristo, y no sólo como un ministerio en la Iglesia, pienso que es más fácil comprender el significado que tiene la no ordenación de mujeres, es decir, que sólo sean hombres los llamados al sacerdocio ministerial. No cabe decir que esta decisión de Jesús pertenece a la cultura de una época, por el contrario, él trató a todas las mujeres con amor y respeto, incluso a las que fueron denunciadas como pecadoras”. “No podemos, además, dudar de la importancia de la Virgen María en el plan de Dios, sin embargo, no la eligió a ella para el ministerio sacerdotal. María estaba con los apóstoles y cumplió, diría, una función tal vez superior de presencia y santidad en la vida de la Iglesia naciente, pero no era sacerdote. Esto no fue un acto de discriminación de su Hijo. El distinguir la función propia de un ministerio eclesial, de la elección única y personal de un joven, de un varón, para el sacerdocio tiene su fuente en el Evangelio como en la misma tradición de la Iglesia”, subrayó.

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, recordó que el 30 de septiembre, fiesta de San Jerónimo, patrono de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, se realizan en la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe las ordenaciones sacerdotales.

“Es un día de particular gratitud y alegría en la vida de nuestra Iglesia. Esto nos habla de la vitalidad providencial de un camino que tiene su origen en el amor de Dios que tanto amó al mundo y le envío a su Hijo Jesucristo y que él quiso prolongar en la vida de la Iglesia”, destacó en su reflexión semanal.


El prelado aseguró que “cuando hablamos del sacerdocio las referencias que debemos tener presente son: Jesucristo, la Iglesia y el Mundo. Fuera de este ámbito el sacerdocio católico pierde todo sentido. Su origen es el amor de Dios, su modelo es Jesucristo, su ámbito la Iglesia y su destino el mundo” y explicó que “esto requiere una mirada de fe, que no es un salto al vacío sino un apoyarse en el testimonio de Jesucristo. No se trata de un ministerio creado por la Iglesia para cumplir una función, sino de una realidad instituida por el mismo Jesucristo para continuar su misión en el mundo”.


“Una primera lectura del sacerdocio nos muestra ese sentido relacional entre Dios y el mundo, vivido desde la Iglesia como ámbito o lugar propio del sacerdote. Esto marca su vida con un fuerte sentido cristológico y eclesial, pero también de servicio en el mundo. Esta última referencia es la que lleva al Papa Francisco a insistir: ‘quiero pastores con olor a ovejas’. El sacerdote es alguien: ‘tomado de entre los hombre y puesto al servicio de los hombres’, esto nos habla de un don pero también de una tarea. El sacerdote es presencia sacramental de Jesucristo”, agregó.


Monseñor Arancedo subrayó que “no construimos el sacerdocio sino que lo recibimos, somos llamados, nos toca hacerlo visible entre los hombre por la gracia del sacramento del Orden Sagrado. No se trata de una carera que elijo, sino de un llamado que descubro y al cual he respondido. No hablamos de un ministerio eclesial en el sentido de una función que nos comunica la Iglesia al servicio de la comunidad, sino del sacerdocio ministerial de Jesucristo como una realidad única y personal que él nos confiere en la Iglesia por un sacramento”.


“Cuando se plantea el tema del sacerdocio desde la persona y el ministerio de Jesucristo, y no sólo como un ministerio en la Iglesia, pienso que es más fácil comprender el significado que tiene la no ordenación de mujeres, es decir, que sólo sean hombres los llamados al sacerdocio ministerial. No cabe decir que esta decisión de Jesús pertenece a la cultura de una época, por el contrario, él trató a todas las mujeres con amor y respeto, incluso a las que fueron denunciadas como pecadoras”, agregó.


“No podemos, además, dudar de la importancia de la Virgen María en el plan de Dios, sin embargo, no la eligió a ella para el ministerio sacerdotal. María estaba con los apóstoles y cumplió, diría, una función tal vez superior de presencia y santidad en la vida de la Iglesia naciente, pero no era sacerdote. Esto no fue un acto de discriminación de su Hijo. El distinguir la función propia de un ministerio eclesial, de la elección única y personal de un joven, de un varón, para el sacerdocio tiene su fuente en el Evangelio como en la misma tradición de la Iglesia”, concluyó.+



9:48 a.m.


Aparecida (Brasil) (AICA): Del 23 al 25 de mayo de 2014, se celebrará el primer Congreso Americano de Infancia y Adolescencia Misionera, según informó el arzobispo de Aparecida y presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB), cardenal Raymundo Damasceno Assis. El purpurado indicó que este gran encuentro tendrá lugar en las instalaciones del Santuario Nacional de Aparecida y que participarán aproximadamente alrededor de 600 animadores de grupos de Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) de todo el Brasil y del continente americano que serán acogidos por familias locales.

Del 23 al 25 de mayo de 2014, se celebrará el primer Congreso Americano de Infancia y Adolescencia Misionera, según informó el arzobispo de Aparecida y presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB), cardenal Raymundo Damasceno Assis.

El purpurado indicó que este gran encuentro tendrá lugar en las instalaciones del Santuario Nacional de Aparecida y que participarán aproximadamente alrededor de 600 animadores de grupos de Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) de todo el Brasil y del continente americano que serán acogidos por familias locales.


El tema de este Primer Congreso será “IAM de América al servicio de la Misión” con el lema “Ustedes son mis amigos”. El encuentro de la IAM se enmarca dentro de las conmemoraciones que se han celebrado en varios países con motivo del 170º aniversario de la fundación de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera y con el objetivo de reforzar los diferentes grupos de IAM con catequesis, pastoral familiar, así como con otras actividades eclesiales.


Una de las propuestas es trabajar un documento de concienciación sobre la Misión y sobre la presencia de la IAM en las escuelas.


El arzobispo de Aparecida sugirió a los organizadores del Congreso la elaboración de un documento para la liturgia con un lenguaje propio.


Según los organizadores, el criterio a seguir es que participen adultos y jóvenes mayores de 18 años, al menos con dos años de experiencia en el camino de la animación de la Obra de la IAM.+



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