Tucumán honró a María en una jornada marcada por la misión



San Miguel de Tucumán (AICA): Miles de tucumanos honraron este martes a la Virgen María bajo su advocación de Nuestra Señora de la Merced, con una jornada especial que incluyó un desfile cívico militar y una concelebración eucarística presidida por el arzobispo Alfredo Horacio Zecca. En la misa, monseñor Zecca pidió a los fieles que se embarquen en la tarea de enaltecer la función principal de la Iglesia, que es ¨misionera por naturaleza¨, y en especial, rogó ayudar a los “hermanos adictos”.

Miles de tucumanos honraron el martes 24 de septiembre a la Virgen María bajo su advocación de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la ciudad y general del Ejércio, con una jornada especial que incluyó un desfile cívico militar, en recuerdo de la protección que la Virgen obró sobre el general Belgrano y su ejército en la batalla de Tucumán, y por la cual se erigió la parroquia de la Victoria. Todo concluyó con una concelebración eucarística presidida por el arzobispo Alfredo Horacio Zecca.

Como todos los años, la jornada mariana y de recordación de la batalla por la Independencia comenzó en la plaza Belgrano, escenario del conflicto bélico de antaño. Desde allí, caminaron 15 cuadras en procesión desde allí hasta la Plaza Independencia. En el trayecto, la gente saludó desde los balcones al tiempo que la multitud vivaba a la Virgen María, a la Patria y a la provincia.


En la misa, monseñor Zecca pidió a los fieles que se embarquen en la tarea de enaltecer la función principal de la Iglesia, que es "misionera por naturaleza", y en especial, rogó ayudar a los “hermanos adictos”. El arzobispo se refirió a la corona de la Virgen, y animó a los tucumanos a ofrecer una “corona espiritual” con la creación de una Fazenda de la Esperanza, una comunidad eclesial destinada a recuperar a los jóvenes "esclavos de las adicciones".


"No se puede vivir la fe aisladamente -expresó el arzobispo-. No hay fe sin verdad, dice el Santo Padre. La fe, lejos de ser un impedimento para la construcción de la sociedad civil, es un incentivo para transformar esa fe en un compromiso familiar, político, para construir el bien común de la provincia, del mundo”.


"Nuestro compromiso es hacer una sociedad más justa, más fraterna, más humana. Y la pertenencia a un pueblo es fundamental. La gente vive así, en comunidad, junto a los hermanos. Por eso, qué importante esta tarde esta multitud que nos hemos reunidos. Qué importante para expresar la pertenencia a la Iglesia y a este pueblo tucumano. Porque formamos una comunidad", concluyó el prelado.


Efecto Francisco. Según fuentes del arzobispado, los actos de ayer contó con más presencia que la celebración del año pasado, en la que se conmemoró el bicentenario de la batalla de Tucumán.+



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