Misa por el aniversario de la independencia del Líbano




Buenos Aires (AICA): El obispo de la eparquía San Charbel en Buenos Aires de los Maronitas, monseñor Juan Habib Chamieh, presidió en la catedral maronita el pasado domingo 23 de noviembre una solemne misa en ocasión de cumplirse 71 años de la independencia del Líbano. A la celebración asistieron, entre otras autoridades, el embajador del Líbano, doctor Antonio Andary y su esposa, sacerdotes libaneses que desarrollan su ministerio en las colectividades de Mendoza y Tucumán, y muchos miembros de la colectividad libanesa que colmaron el recinto catedralicio.

El obispo de la eparquía San Charbel en Buenos Aires de los Maronitas, monseñor Juan Habib Chamieh, presidió en la catedral maronita el pasado domingo 23 de noviembre una solemne misa en ocasión de cumplirse 71 años de la independencia del Líbano.

En la celebración, a la que asistieron muchos miembros de la colectividad libanesa que colmaron el recinto catedralicio, estuvieron, entre otros, el embajador del Líbano, doctor Antonio Andary y su esposa; el cónsul del Líbano, doctor George Al Jallad; el superior en la Argentina de los Misioneros Libaneses Maronitas; y otros sacerdotes maronitas que atienden a la colectividad en Mendoza y en Tucumán.


Queridos hermanos estamos reunidos hoy en esta Catedral de San Marón, para celebrar juntos la misa de la Independencia del Líbano, el País de sus Padres y Ancestros, el País de los Cedros.


En la homilía monseñor Chamieh dijo que ese domingo, según el rito maronita, se festejaba la Anunciación del arcángel Gabriel a María de la encarnación del Hijo de Dios, pero que esta fiesta los maronitas también la celebran junto con el rito latino el 25 de marzo, y que la fiesta del 25 de marzo, tiene en el Líbano además de la dimensión religiosa una dimensión patriótica porque es una fiesta nacional.


Y lo explicó así: “El sheij Mohamad Nokkari, un musulmán sunita, miembro del ‘encuentro islámico-cristiano en torno a María’, propuso al gobierno libanés que la fiesta de la Anunciación sea celebrada por los cristianos y por los musulmanes del Líbano como fiesta nacional, por un lado debido a la gran devoción que todos los libaneses profesan a la Virgen María, y por otro lado, porque la Anunciación a María la narran tanto el Evangelio como el Corán. El gobierno libanés lo adoptó unánimemente en 2010 y desde entonces el 25 de marzo se festeja la Anunciación a María como fiesta Nacional”.


“El sheij Nokkari -agregó el obispo maronita- expresó su amor a María como Madre de todos los libaneses diciendo: En efecto, Eva es nuestra madre biológica, sin embargo tenemos otra madre acogedora y cuidadosa que se preocupa de la suerte de cristianos y de musulmanes. Una madre que nos protege y nos llena de amor y de ternura.


“Esperemos -dijo monseñor Chamieh- que María la Anunciada lleve a todos los libaneses el gran anuncio de la paz y la prosperidad del Líbano”.


“La Independencia del Líbano -continuó explicando el prelado maronita- no fue ofrecida pasivamente por parte de los franceses a los políticos libaneses, sino lograda por la firme voluntad de todos los libaneses, cristianos y musulmanes, de convivir juntos libremente. Esta voluntad común fue la base del Pacto Nacional de 1943, sobre el cual se fundó la verdadera Independencia del Líbano.


“Por eso la fiesta de la Independencia del Líbano que celebramos cada año no es solamente la memoria de la independencia del Líbano de Francia, sino también es la celebración del Pacto Nacional, de esta voluntad de los libaneses de convivir juntos bajo la misma bandera libanesa. Este Pacto no escrito que luego fue formulado en la Constitución libanesa llama en uno de sus primeros artículos a todos los libaneses a no depender ni de Oriente (sobre todo los musulmanes), ni de Occidente (sobre todo los cristianos), sino a comprometerse por un Líbano, país libre, soberano e independiente, definitivo para todos sus ciudadanos: cristianos y musulmanes”.


Tras unos conceptos sobre aspectos políticos y militares del Líbano en la actualidad, monseñor Chamieh concluyó pidiendo la intercesión de la Virgen María, Nuestra Señora del Líbano, y de San Marón, San Charbel, Santa Rafka y San Neemtallah, “para que protejan al Líbano de todo peligro y concedan a sus gobernantes la victoria sobre los enemigos de la Paz”.+


Texto completo de la homilía



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