Mons. Colombo: “Misericordia, misión y alegría, la riqueza del tiempo pascual”
La Rioja (AICA): En su carta pastoral de Pascua, el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, propuso “tres palabras para sintetizar la riqueza de este tiempo pascual, que nos ayuden en un pequeño programa pastoral de vida personal y comunitaria: misericordia, misión y alegría”. “La alegría de compartir a Jesús es imparable y debemos buscar que nada prive a nuestros hermanos de encontrarse con la gracia de Dios, con el Evangelio del Reino”, aseguró y agregó: “que el Señor nos haga sentir muy hondo en nuestros corazones su misericordia y su paz, para que las compartamos como misioneros de su amor y ello sea nuestra gran alegría”.
“La Pascua nos invita a acercarnos a la misericordia de Dios y a dejarnos sanar por Él para relanzar nuestras vidas a partir de su amor, para forjar comunidades de hombres y mujeres nuevos”, precisó y agregó: “Estamos llamados a ser los discípulos que proclamen a los cuatro vientos, con la voz y los gestos, que Cristo no está muerto, que el Señor vive”.
“La misión consiste entonces en compartir esta alegría. La alegría del discípulo misionero se transforma, para los demás, en la garantía de que el mensaje que se transmite tiene sentido y cambia la vida”, indicó sobre la base de las Orientaciones Pastorales 2014-2017 del Episcopado argentino.
El prelado invitó a “todos, especialmente a los sacerdotes y consagrados, a los educadores y catequistas, a vivir con este espíritu de alegría, la misión que el Señor nos ha encomendado. Especialmente les pido a las comunidades parroquiales que multipliquen sus espacios catequísticos, quitando toda restricción, limitación y condición a las inscripciones de niños y jóvenes que deseen prepararse para recibir al Señor y a su Santo Espíritu”.
“La alegría de compartir a Jesús es imparable y debemos buscar que nada prive a nuestros hermanos de encontrarse con la gracia de Dios, con el Evangelio del Reino”, aseguró.
Por último, monseñor Colombo renovó su deseo de una muy feliz Pascua, para que “el Señor nos haga sentir muy hondo en nuestros corazones su misericordia y su paz, para que las compartamos como misioneros de su amor y ello sea nuestra gran alegría”.+
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