Mons. Taussig: “No hay ningún mal que pueda poner límites a la misericordia de Dios”

Mons. Taussig: “No hay ningún mal que pueda poner límites a la misericordia de Dios”

San Rafael (Mendoza) (AICA): La comunidad de San Rafael celebró ayer, 24 de octubre, a su patrono. La fiesta patronal diocesana de San Rafael Arcángel se celebró en la catedral con presencia de autoridades municipales, miembros de la Iglesia y una gran cantidad de fieles que, pese a las lluvias intermitentes se acercaron a venerar a su santo patrono. La celebración estuvo presidida por el obispo, monseñor Eduardo María Taussig, quien en su homilía reflexionó sobre “El arcángel San Rafael y la misericordia”. Hubo también procesión de niños, confirmación de adultos y un festival de folclore en honor de Santo Cura Brochero.
Con la presencia de cientos de fieles, y la participación del intendente de San Rafael, Emir Félix, se celebraron en la catedral San Rafael Arcángel las fiestas patronales. Los festejos comenzaron el sábado con una procesión de niños, confirmación de adultos y un festival de folclore en honor de Santo Cura Brochero. La misa estuvo presidida por el obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig.

En el marco del Año de la Misericordia, el obispo reflexionó sobre la relación que en las escrituras se establece entre el santo y la misericordia, “hilo conductor profundo de toda la historia de la familia de Tobías y de la misión de San Rafael cuando bajó del cielo a socorrerlos”.

El prelado se refirió a “este atributo tan atrayente y consolador de Dios” y destacó la centralidad de la misericordia de Dios, el rasgo que más se manifiesta. “En efecto, a la misericordia de Dios se confía Tobit en su ceguera y a ella agradece su curación. A la misericordia de Dios se entrega Sara en su angustia suicida y en su oración con su novel esposo al pie de la cama matrimonial. A la misericordia de Dios se abandona Tobías por la recomendación de San Rafael y a ella reza en la noche de bodas con su esposa”, enumeró.

Monseñor Taussig recordó las palabras de Francisco: “Misericordia es el nombre de Dios”, y “no hay ningún mal, por grande que sea, que pueda poner límites a la misericordia de Dios”. “Es la palabra que pone el amor de Dios en acción, que conecta al Dios que es amor omnipotente con cualquier miseria de la historia de sus creaturas”, explicó.

Luego, el obispo afirmó que Jesús es “el rostro visible del Padre rico en misericordia”, y agregó que “En Él vemos al Dios a quien no vemos”, que se nos muestra humanamente, y recordó la invitación en este Año Santo a ser “misericordiosos como el Padre”.

Para finalizar, monseñor Taussig repasó las actividades que en este Año Jubilar han profundizado en la comunidad la experiencia de la misericordia, y mencionó a Santo Cura Brochero, “un mártir de la misericordia”, cuya imagen fue entronizada en la catedral durante la celebración.+

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