21 millones de peregrinos visitaron Roma durante el Año Jubilar

Ciudad del Vaticano (AICA): El presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, hizo esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, un balance del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el papa Francisco, y que concluyó este domingo, 20 de noviembre, con la clausura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. “Se puede decir que el mundo entero vino a Roma”, expresó monseñor Fisichella al dar la cifra de 21.292.926 peregrinos que cruzaron la Puerta Santa durante este año jubilar. Además, añadió el arzobispo, “por primera vez en la historia de los Jubileos, este Año Santo tuvo un carácter universal. En todo el mundo se abrieron Puertas de la Misericordia como testimonio de que el amor de Dios no tiene frontera.”
El presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, hizo esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, un balance del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el papa Francisco, y que concluyó este domingo, 20 de noviembre, con la clausura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.

“Se puede decir que el mundo entero vino a Roma”, expresó monseñor Fisichella al dar la cifra de 21.292.926 peregrinos que cruzaron la Puerta Santa durante este año jubilar.

El grupo más numeroso, indicó el arzobispo, fue el italiano, seguido por el grupo alemán, después los Estados Unidos. Polonia, España para llegar a Rusia, China, Japón, Corea del Sur, Venezuela, el Chad, Ruanda, Angola, Islas Cook, Nepal... “En definitiva se puede decir que el mundo entero vino a Roma. Además, por primera vez en la historia de los Jubileos, este Año Santo tuvo un carácter universal”, señaló.

En todo el mundo se abrieron Puertas de la Misericordia como testimonio de que el amor de Dios no sabe de fronteras, continúo monseñor Fisichella.

Según los datos conclusivos que presentó se muestra que en los países donde el catolicismo tiene más arraigo, el porcentaje de fieles que cruzó la Puerta Santa superó el 80% del número total de católicos. A nivel mundial, según los datos proporcionados por algunas diócesis importantes de todo el mundo, fue posible estimar un promedio de asistencia entre el 56% y el 62% del total de la población católica; una cifra que oscila entre 700 y 850 millones de fieles que han cruzado la Puerta Santa entre el 8 de diciembre 2015 y el mes de noviembre de 2016, en sus diócesis. A estos hay que añadir los fieles que han cruzado las Puertas de la Misericordia abiertas en santuarios y lugares de peregrinación en todo el mundo.

Asimismo destacó monseñor Fisichella que “no hay que olvidar que este Jubileo viajó incluso en Internet”. El sitio creado en siete idiomas recibió más de 6.523 millones y los suscriptores del sitio son más de 8 millones.

Por lo que respecta a las medidas de seguridad, el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización subrayó que “todos los peregrinos llevan consigo la imagen de una ciudad segura. El Jubileo se abrió poco después de un ataque de violencia inaudita en Europa; desde el principio el miedo había desanimado a muchos a venir a Roma. Sin embargo, con cada semana que pasaba, gracias a una eficaz obra de seguridad en la ciudad, los peregrinos fueron capaces de vivir con paz y entusiasmo la propia experiencia jubilar”.

El arzobispo dio las gracias en este sentido a las autoridades italianas y destacó la excelente colaboración entre Italia y la Santa Sede para el éxito de las iniciativas jubilares.

Ningún obstáculo a la reconciliación y el perdón de Dios
Sobre el valor más profundo del Jubileo, más allá de los números, el arzobispo Rino Fisichella dijo: “Para entender si este Jubileo tendrá la eficacia esperada hay que leer la Carta apostólica “Misericordia et misera” en la que el Papa escribe: “La misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio. Todo se revela en la misericordia; todo se resuelve en el amor misericordioso del Padre”.

“Los dos pilares sobre los que se asienta la Carta son el hecho de que la misericordia debe ser celebrada y vivida –explicó-. Partiendo de aquí se dan líneas pastorales que serán muy útiles para el proyecto vital de las comunidades cristianas de todo el mundo”.

“En primer lugar, la celebración de la misericordia. Es bueno tener en cuenta que Francisco en estas páginas ofrece pautas concretas que ya se han reflejado en la celebración del Jubileo. Una primera novedad es que los Misioneros de la Caridad se confirman en su servicio. De hecho, la acción de los misioneros fue muy fructífera; han confesado durante días enteros, viajaron de una parte a otra de sus respectivos países para hacer tangible que la misericordia no tiene límites”.

“De la misma manera Francisco escribe: “Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto. Como es sabido este pecado estaba reservado a los obispos que, de vez en vez, dependiendo de las circunstancias, concedían a los sacerdotes de sus respectivas diócesis el poder de absolver. A partir de hoy, “en virtud de su ministerio”, es decir, por el hecho mismo de ser ministros de la reconciliación, el pecado de aborto, podrá ser perdonado por cada sacerdote”.

“Con el mismo espíritu de salir al encuentro de las necesidades de los fieles, el Papa confiando en la buena voluntad de sus sacerdotes, para que se pueda recuperar con la ayuda de Dios, la plena comunión con la Iglesia Católica establece que cuantos frecuentan las iglesias oficiadas por los sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X pueden recibir válida y lícitamente la absolución sacramental”

También hay una iniciativa que “sale al encuentro de los planes pastorales de la diócesis y será la oportunidad de dar más espacio a la Palabra de Dios dedicando enteramente un domingo al año a la Palabra de Dios “para comprender la inagotable riqueza que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo”.

Jornada Mundial de los pobres
Comentando el segundo pilar de la Carta Apostólica, observó que se centra más en vivir la misericordia y en el “carácter social” que reviste. ..”En este contexto –dijo- se propone la Jornada mundial de los pobres. Como compromiso de toda la Iglesia para reflexionar cómo la pobreza está en el corazón del Evangelio y sobre el hecho que, mientras Lázaro esté echado a la puerta de nuestra casa no podrá haber justicia ni paz social”-

“El papa Francisco en esta Carta esta no hace más que profundizar en el tema que tanto ama de la misericordia como una dimensión esencial de la fe y del testimonio cristiano –concluyó el prelado-La provocación de releer las obras espirituales y corporales de misericordia tradicionales a la luz de las nuevas formas de pobreza en el mundo de hoy, son una invitación concreta, para que las comunidades cristianas y cada creyente de espacio a la imaginación de la misericordia, que produzca una " una cultura de la misericordia, basada en el redescubrimiento del encuentro con los demás: una cultura en la que ninguno mire al otro con indiferencia ni aparte la mirada cuando vea el sufrimiento de los hermanos”.+

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