Mons. García: “Tierra, techo y trabajo no son un capricho o una limosna, sino un derecho”

Mons. García: “Tierra, techo y trabajo no son un capricho o una limosna, sino un derecho”

Lomas del Mirador (Buenos Aires) (AICA): “Estas ´tres T´ que son sagradas. Porque lo son, no tienen que ser el capricho, el regalo o la limosna de algún político de turno sino el derecho de todo hombre bien nacido en este mundo”, aseguró el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, al presidir la Misa por el Trabajo, la Tierra y el Techo en la plaza Mujeres Argentinas, del barrio Las Antenas. El prelado llamó a pedir para que “aquellos que están manipulando muchas veces desde la economía, que es una picadora de carne… y acá podemos decir que nuestras pequeñas economías son un ´tramontina´ oxidado, que antes de picar, hiere, lastima y enferma; que se den cuenta de que la mortaja no tiene bolsillos”.
El obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, presidió la Misa por el Trabajo, la Tierra y el Techo el viernes 25 de noviembre en la plaza Mujeres Argentinas, del barrio Las Antenas, en la localidad bonaerense de Lomas del Mirador.

La celebración eucarística fue organizada por la Pastoral Social diocesana y se enmarcó en la exhortación del papa Francisco a fomentar el desarrollo de la integración entre tierra, trabajo y techo en la vida del hombre.

El prelado destacó que “estamos acá, desde este deseo justamente de crecer. No de cualquier manera, no como un yuyo en medio del campo, sino crecer como esa planta que Dios riega constantemente para que dé frutos verdaderos. Como esa planta que crece fuerte donde se pueden cobijar los hombres para que les de sombra y porque también el fruto alimenta”.

“Es lo que el Papa nos invita a pedir, haciéndose eco del clamor de tantos pueblos. Pedimos por el techo, pedimos por la tierra y pedimos por el trabajo. Lo digo desordenadamente porque si bien necesitamos de la tierra, necesitamos del techo y necesitamos del trabajo. A veces para tener la tierra necesitamos el trabajo primero y una vez que tenemos la tierra podemos tener el techo; y una vez que tenemos el techo después necesitamos que vengan las papeletas para que ese pedazo de tierra sea nuestro techo”, subrayó.

“Estas 'tres T' que son sagradas. Porque lo son, no tienen que ser el capricho, el regalo o la limosna de algún político de turno sino el derecho de todo hombre bien nacido en este mundo, que tiene el derecho a vivir, a pisar la tierra, a sentirla suya para poder trabajarla, necesita cobijarse y cubrirse y tener el lugar donde sus hijos crezcan y su familia pueda ser feliz, sentarse a la mesa; es un derecho inviolable y sagrado sentir que sus manos son útiles y que está construyendo y transformando la historia y el mundo”, sostuvo.

El obispo matancero aseguró que “se lo pedimos a Dios, fuente de todo bien, de toda razón y de toda justicia para que ilumine los corazones de quienes manipulan la historia, manipulan el trabajo; limosnean a los hombres, haciéndoles sentir que están pidiendo lo que no es propio, a quienes se sienten unos magnates regalando aquello que les sobra; no son dueños”.

“La tierra es fundamentalmente de aquel que lo trabaja, pero más que todo de aquel que lo necesita. Aquellos que tienen en sus manos la decisión de poner un gancho para que haya cosas que se realicen, que descubran que todo pasa en esta vida; y que es bueno también ir cosechando desde ahora lo que esperamos recibir un día en el cielo. Y aquel que niega por ‘caprichismo', 'politiquería barata' o a veces por cosas un poco raras el derecho a otro que tenga un Techo digno, que vaya pensando que jamás va a tener una casa en el Cielo”, advirtió.

Monseñor García llamó a pedir para que “aquellos que están manipulando muchas veces desde la economía, que es una picadora de carne… y acá podemos decir que nuestras pequeñas economías son un 'tramontina' oxidado, que antes de picar, hiere, lastima y enferma; que se den cuenta de que la mortaja no tiene bolsillos”.

“No se puede especular libremente con la vida, con la necesidad, con el dolor… o especular a veces arbitrariamente con ciertas concesiones que hacen que los hermanos se vuelvan contra los hermanos y no puedan trabajar juntos construyendo aquello que es de todos. Le pedimos a Dios eso”, señaló y agregó: “No le pedimos a Dios lo que él ya nos dio. Porque nos dio la posibilidad de trabajar, herramientas y tierras para todos, Él nos dio la posibilidad de que seamos capaces de tener un techo”.

“Aquellos que se piensan que son dueños porque les toca administrar estas cosas, que descubran que simplemente son aquellos que tienen que dar lo que han recibido gratuitamente para que otros puedan vivir y recobrar, de hecho, la dignidad que nunca tendrían que haber perdido”, aseveró.

“Pidamos entre todos para poder trabajar ‘estas tres T', no solamente para nosotros sino también para los demás. Como decía el Martín Fierro: 'Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera'. Que en el fondo el poder conseguirlo y trabajar sean espacio de comunión y no de división, de unos contra otros, sino de todos juntos, para que el grito se transforme en clamor y el clamor llegue a Dios y Dios mueva los corazones de aquellos que tienen que realizarlo”, concluyó.+
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