Mons. Buenanueva llamó a los jóvenes a hablarle a Jesús “con sinceridad brutal”

Mons. Buenanueva llamó a los jóvenes a hablarle a Jesús “con sinceridad brutal”

San Francisco (Córdoba) (AICA): El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, participó el domingo 23 de abril de la asamblea de la Pastoral Juvenil Diocesana, que se desarrolló en el Instituto San Francisco de Asís. Allí presidió la misa, en la que recordó a los jóvenes la importancia de “ponernos con esa sinceridad brutal ante Jesús y abrirle la vida, el corazón, los sentimientos, deseos y vivencias más hondas, y también más contradictorias”.
Los jóvenes de la diócesis de San Francisco compartieron el fin de semana pasado la asamblea de la Pastoral Juvenil Diocesana. La actividad contó con la presencia del obispo, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, quien presidió la Eucaristía.

En su homilía, se refirió al Evangelio que describe a Tomás como “el apóstol que dudó” y afirmó que “también nosotros, como Tomás, estamos siempre en viaje de la incredulidad a la fe, de la soledad a la comunión, de la búsqueda al encuentro”.

El obispo describió al apóstol Tomás como “cercano a nosotros”, y advirtió que “incluso en sus dudas, en sus errores y, en definitiva, en su propia imperfección humana, Tomás tiene intuiciones y anhelos muy genuinos y verdaderos”. Así somos nosotros, afirmó: “Hombres y mujeres que no tenemos la vida totalmente resuelta, sino que buscamos, ensayamos, arriesgamos y, haciendo así, en ocasiones, nos amargamos por nuestros fracasos, pero entremezclándose con todo eso, también experimentamos la presencia en nosotros de un deseo muy intenso de verdad y de justicia, de bondad y belleza genuinas”.

“Tomás es discípulo de Jesús. Seguramente lo ama con profundidad. Pero está un poco desorientado. No termina de comprender bien quién es realmente Jesús, qué le está proponiendo y hacia dónde lo está conduciendo”, explicó monseñor Buenanueva, y destacó la “franqueza demoledora” con que el apóstol expone sus dudas hacia Jesús.

“Eso, mis queridos chicos, es precisamente la oración que nace de la fe: un ponernos con esa sinceridad brutal ante Jesús y abrirle la vida, el corazón, los sentimientos, deseos y vivencias más hondas, y también más contradictorias”, aseguró el obispo, y agregó que “la oración es escuela de vida. Si aprendemos a hablarle así a Jesús, ensayamos un estilo de comunicación más transparente y humano”.

A veces, expresó el prelado, no sabemos comunicar lo que nos pasa, las emociones, o incluso tenemos miedo al qué dirán o a las malinterpretaciones. Ante esto, “tenemos que aprender a comunicar lo que nos pasa, mirándonos a los ojos, generando confianza y clima de apertura, encontrando las palabras y los gestos justos para decir lo que tenemos y, así, ir captando la verdad de nuestra vida”.

“Tomás no tiene miedo de equivocarse para aprender. Y va a aprender, de la mano de Jesús resucitado – el mejor maestro – aunque tenga que pasar un momento de apuro por el reproche cariñoso que el Señor le dirige porque lo ama de veras”, sostuvo el obispo, y recordó que a partir del recorrido de Tomás, de la incredulidad a la fe, llega la última bienaventuranza de Jesús: “¡Felices los que creen sin ver!”.

Refiriéndose a los jóvenes, monseñor Buenanueva puso de manera especial ante la mirada de Jesús “a todos los chicos y chicas que sienten sus vidas jóvenes amenazadas” y llamó a tener la certeza de que él “nos mira con cariño y nos invita a buscarlo y reconocerlo – como hizo Tomás – en los signos de su amor”.

“Porque la fe hace posible un ver más profundo: nos permite reconocer, en nuestra vida, con toda su fragilidad, los signos ciertos de su amor. Es la confianza que nace de la fe en Él, la que nos abre los ojos para este descubrimiento”, concluyó.+

Let's block ads! (Why?)

Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger][disqus]

Diocesis de Celaya

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets