Mons. Uriona: “Pidamos a Dios que conceda el don valioso y frágil de la paz”

Mons. Uriona: “Pidamos a Dios que conceda el don valioso y frágil de la paz”

Río Cuarto (Córdoba) (AICA): El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, participó el viernes 21 de abril del “Encuentro por la Paz”, una iniciativa promovida por representantes de la comunidad católica y la colectividad judía local, acompañados por la Subsecretaría de Educación y Culto municipal. “Al plantar este olivo, símbolo de paz en nuestra comunidad riocuartense, le pedimos a Dios que nos conceda el valioso y frágil ‘don de la paz’, hoy fuertemente amenazada de diversas maneras y en distintas partes de nuestro planeta”, subrayó.
El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, participó el viernes 21 de abril del “Encuentro por la Paz”, una iniciativa promovida por representantes de la comunidad católica y la colectividad judía local, acompañados por la Subsecretaría de Educación y Culto municipal.

Este encuentro interreligioso contó, además, con la participación del intendente Juan Manuel Llamosas; de Mauricio Kremer, representante de la comunidad judía; la subsecretaria de Educación y Culto municipal, doctora Mercedes Novaira, y el coordinador del Programa de Culto, Juan Pablo Picco, además de otros funcionarios, concejales y vecinalistas locales.

Durante el encuentro, el coro de niños del Colegio La Merced interpretó el “Aleluya” y la cantante litúrgica Jazanit presentó la canción “Ve Ulai”.

“Vamos a plantar este ‘olivo de la paz’ en el contexto de la Pascua judía y cristiana”, destacó monseñor Uriona, y agregó: “La Pascua cristiana es el anuncio de la Resurrección de Cristo. El ¡aleluya! que cantamos expresa esa alegría”.

El prelado recordó que en virtud de la Resurrección, que “constituye la auténtica y verdadera novedad de la historia y del cosmos, estamos llamados a ser hombres y mujeres nuevos según el Espíritu, afirmando el valor de la vida. ¡Algo nuevo ya comenzó a resurgir!”

“Seremos hombres y mujeres de resurrección, hombres y mujeres de vida, si, en medio de los sucesos que afligen al mundo -¡hay tantos hoy!- en medio de la indiferencia que aleja de Dios, en medio de la violencia y la guerra, sabremos tener gestos de solidaridad, gestos de acogida, alimentar el deseo universal de la paz y la aspiración a un ambiente libre del degrado”, aseguró, y añadió: “Se trata de signos pequeños, comunes y humanos, pero que, sostenidos y animados por la fe en el Señor Resucitado, adquieren una eficacia muy superior a nuestras capacidades”.

“Que Dios nos ayude a ser signos claros de Cristo resucitado entre los eventos del mundo, para que cuantos se encuentran en la tribulación y en dificultades no permanezcan víctimas del pesimismo y de la derrota, de la resignación, sino que encuentren en nosotros a muchos hermanos y hermanas que les ofrecen su apoyo y consolación”, subrayó.

Por último, monseñor Uriona expresó: “Al plantar este olivo, símbolo de paz en nuestra comunidad riocuartense, le pedimos a Dios que nos conceda el valioso y frágil ‘don de la paz’, hoy fuertemente amenazada de diversas maneras y en distintas partes de nuestro planeta”, y puntualizó: “Oramos particularmente por los acontecimientos de Venezuela y por las confrontaciones que se dan en nuestra patria”.+

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