El Papa recibió a la familia de Asia Bibi

La hija y el marido de Asia Bibi se encontraron con Francisco ver más
Ciudad del Vaticano (AICA): Este sábado 24 de febrero, el papa Francisco recibió en el Vaticano a la familia de Asia Bibi, la mujer paquistaní en la cárcel desde el 2009, acusada injustamente de haber insultado el profeta Mahoma. En el conmovedor encuentro también estuvo presente en la audiencia papal, Rebecca Bitrus, 28 años, nigeriana cristiana, raptada durante dos años por la milicia fundamentalista Boko Haram.
Este sábado 24 de febrero, el papa Francisco recibió en el Vaticano a la familia de Asia Bibi, la mujer paquistaní en la cárcel desde el 2009, acusada injustamente de haber insultado el profeta Mahoma.

Ashig Masih y Eisham Ashig, el marido y la hija menor de Asia Bibi, esperan que el pontífice interceda por la mujer que lucha en apelo por la enmienda a la condena a muerte por blasfemia y cambie el veredicto de los jueces.

“Mamá está bien, esperamos su liberación y pediremos al Papa que rece por nosotros”, afirmó Eisham, 18 años, en una conferencia de prensa organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), un día antes de la audiencia con el Papa.

El anhelo más grande ha sido recibir la bendición de papa Francisco. “Estamos felices de encontrar al Santo Padre”, dijo Masih de 52 años.

También estuvo presente en la audiencia papal, Rebecca Bitrus, 28 años, nigeriana cristiana, raptada durante dos años por la milicia fundamentalista Boko Haram.

“Dios jamás me abandonó y siempre rece” dijo la mujer que escapó con el bebé que tuvo en cautiverio pues quedó embarazada de uno de sus captores.

Bitrus, fue secuestrada junto a sus dos hijos, de un año y el otro de dos años de edad. Dos años de violencia inaudita. Ella fue violada. El hijo más pequeño fue ahogado porque rechazó repudiar su fe, el cristianismo.

El otro niño fue vendido a una familia. Perdió algunos dientes después de los golpes en la cara recibidos con la cacha de un fusil. Tras la liberación, la mujer recuperó al niño mayor y ha tenido consigo el infante producto de la violación. “He perdonado completamente, desde lo más profundo de mi corazón”.

Para prestar su testimonio al mundo, la familia de Asia Bibi y Rebecca Bitrus llegaron a Roma esta semana patrocinados por AIN. Ellos ayer visitaron la alcaldía de Roma y tuvieron un encuentro con la alcalde, Virginia Raggi.

Según contó a Vatican News el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada-Italia, Alessandro Monteduro, se trató de “un encuentro extraordinario. Estamos todos particularmente emocionados, de hecho, nos llevará un tiempo reposar los recuerdos en nuestra memoria”.

El encuentro, que se extendió durante 40 minutos, tuvo un componente principal: la fe. Según explicó Monteduro, “se desarrolló en medio de una extraordinaria espiritualidad. No sólo la espiritualidad del Santo Padre, sino también por parte de estos chicos jóvenes que han sufrido, y del marido de Asia Bibi”.

“Hemos rezado junto al Santo Padre. Ha sido un momento maravilloso. Ha querido que lo hiciésemos todos juntos en nuestros idiomas. Por ejemplo, Eisham, la hija de Asia Bibi, rezó en urdu; Rebecca, la chica víctima de Boko Haram en Nigeria, lo hizo en su dialecto, el hausa, y nosotros, obviamente, en nuestra lengua”.

En ese rato de oración conjunta “rezamos primero el Padrenuestro y luego el Avemaría. Ha sido un momento de extraordinaria intensidad emotiva. Obviamente, tratándose de una audiencia privada, también es justo no contar todo lo que el Santo Padre ha querido decir a estas chicas y a nosotros”.

El director de la sección italiana de Ayuda a la Iglesia Necesitada contó también “uno de los momentos más bellos. Antes de partir hacia Roma, Eisham se reunió con su madre, Asia Bibi, en la cárcel. Le dijo: ‘¿Sabes, mamá? Me voy a Roma. Me encontraré con el Papa. Me voy a Roma porque el Coliseo se iluminará de rojo. Todo el mundo pensará en ti’”.

Asia respondió: “Si ves al Papa, dale un beso de mi parte”. “El Santo Padre –continuó Monteduro– no sólo lo recibió, sino que correspondió con afecto y un testimonio de cercanía, fe y solidaridad en un abrazo que lo dijo todo”.

Por último, señaló que “el Santo Padre definió a Asia y a Rebecca como ‘mujeres mártires’”, ejemplo “para una civilización que tiene miedo del dolor”.

El emotivo encuentro en el Vaticano se llevó a cabo en el marco del evento organizado por AIN para recordar a los cristianos perseguidos en el mundo; cuando en su recuerdo se iluminaron de rojo al mismo tiempo el Coliseo de Roma, la Catedral maronita de San Elías de Alepo en Siria y la Iglesia de San Pablo de Mosul, en Iraq.

Justamente el 23 de febrero, se celebró en el mundo una jornada especial de oración y ayuno por la paz convocada por el papa Francisco. El gesto se realizó el viernes de la primera semana de Cuaresma. El Papa ofreció esta jornada por las poblaciones de la República Democrática del Congo, de Sudán del Sur y de Siria.

Asimismo, invitó a los” hermanos y hermanas no católicos y no cristianos a asociarse a esta iniciativa en las modalidades que considerarán más oportunas, pero todos juntos”.+

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